viernes, 11 de noviembre de 2011

PROYECTO III: COMIC o HISTORIETA

En base a la entrevista al artista X -seleccionado por cada alumno- en el Proyecto 2 según sus intereses e inquietudes.


EL  COMIC, O  HISTORIETA

                    El cómic  o historieta es un  medio expresivo nacido de la integración  del lenguaje icónico y del lenguaje literario. El cómic nació  a finales del siglo XIX, en la misma época que otros medios de expresión, característicos de la cultura contemporánea y fundamental en la sociedad actual. Las historietas comenzaron a adoptar las características actuales hacia 1895.  El cómic, como forma de expresión periodística, no se puede desligar del florecimiento de los periódicos ilustrados y las caricaturas periodísticas, plataforma de la que habrían de surgir.
                     En las historietas o cómics,  las imágenes aparecen  secuenciadas, con el texto escrito al pie o dentro de un globo o bocadillo. Cada una de estas imágenes se llama viñeta.-   La viñeta es una  unidad narrativa, que acostumbra a tener forma rectangular de dimensiones muy variadas, según las necesidades y propósitos del dibujante. Los límites pueden representarse por una simple línea de grosor variable o pueden  eliminarse total o parcialmente, haciendo que los personajes, objetos o globos quiebren la frontera espacial de la viñeta. También se denomina “pictograma”, término posiblemente más correcto, al prescindir de la asociación de viñeta con el recuadro que delimita. La viñeta representa pictográficamente un espacio y un tiempo, permitiendo en su estructuración suprimir tiempos que pueden sobreentenderse, restituyendo la continuidad narrativa y enlazando de forma conveniente unas viñetas con otras.  Pueden estar dibujadas en blanco y negro o en color, con distintas técnicas, incluido el  ordenador ( PC).El estilo de los dibujos es muy variado, va desde el realismo hasta la caricatura.
                    Hay cómics de muy pocas viñetas , como las tiras de los periódicos, que suelen tener tres o cuatro; los que ocupan una página en los tebeos ( cómics infantiles)  y revistas suelen tener de cuatro a dieciséis viñetas. Tambien existen cómics de argumento extenso que ocupan muchas páginas y tienen cientos de viñetas.
                     Los dibujantes de cómics han tomado el vocabulario del cine para definir los tipos de planos y encuadres. Las viñetas pueden ser primeros planos( muestra un detalle particular, el rostro, una mano, un objeto clave) , planos medios( muestra un personaje cortado por la cintura), plano  americano,( cuando corta al personaje por las rodillas)  generales ( muestra la figura completa), como en el cine.
La elección de estos encuadres estará en función del momento y de la acción.
                     Los globos, “balloon” o  bocadillos pueden ser de distintas formas: ovalada, poligonal, circular, rectangular, de dientes de sierra, cuando el emisor está irritado, o de nube, cuando está soñando o pensando. Suelen tener un grafismo que indica la procedencia de las palabras.
                     En los globos pueden aparecer palabras, transcripción de sonidos y onomatopeyas. Además se utilizan signos característicos: el interrogante indica perplejidad; la bombilla, idea; el corazón, amor; estrellas, dolor o atontamiento, etc... 
                     La expresividad en el cómic, es primordial. Así pues  los gestos  constituyen junto al texto su  máxima expresión. Existe un código gestual, cuyos elementos son:
¨      Cabello erizado: terror, cólera.
¨      Cejas altas: sorpresa.
¨      Cejas fruncidas: enfado.
¨      Cejas con la parte exterior caídas: pesadumbre.
¨      Mirada ladeada: maquinación.
¨      Ojos muy abiertos: sorpresa.
¨      Ojos cerrados: sueño, confianza.                                                        (Buscar ejemplos gráficos)
¨      Ojos desorbitados: cólera, terror.
¨      Nariz oscura: frío, borrachera.
¨      Boca muy abierta: sorpresa.
¨      Boca sonriente: confianza.
¨      Boca sonriente, mostrando los dientes: hipocresía.
¨      Comisura de los labios hacia abajo: preocupación, pesar.
¨      Comisura de los labios hacia abajo mostrando los dientes: cólera.


TRABAJO PRÁCTICO:
1-     Buscar, recortar, y  pegar cómics, o historietas, de revistas o diarios, para realizar un pequeño análisis en base al apunte anterior de 3 tres muy diferentes autores, épocas, países, composiciones. Luego buscar en Internet datos de los autores (preferentemente argentinos) y/o de otros países y épocas,  etc.
2-     Veremos un vídeo en clase, sobre la obra de  ROY LICHTENSTEIN, y su relación con el cómic.
3-     Seleccionar preferentemente artistas argentinos contemporáneos (Antonio Seguí; Ana Eckel; Marcelo Torreta; Marcia Schuartz; Gabriel Mirocznyk; Alicia Carletti; José Marchi, etcétera. Pueden ser artistas de obra no figurativa también o de nuevos lenguajes. Tratar de seleccionar diferentes a los realizados años anteriores y “diferentes artistas” cada alumno para  intercambios enriquecedores posteriores en clase.  
4-     Inventar un pequeño guión, en base a la entrevista realizada en su taller sobre la historia a realizar, de los personajes elegidos entre su obra  y/o inventados - Diálogos, posibles,  situación  imaginada, contexto, luego la composición, formato de presentación, etcétera.
5-     Componer el cómic en hojas tamaño A4 donde se inventará desde 1- su tapa, título, tipografías y con por los menos de 4 o 5 hojas. En c/u de ellas, deberán incluir tantas viñetas como el guión lo necesite.  Sugiero: de  4 a  6 viñetas como mínimo en cada hoja o las que hiciera falta. (El tamaño sugerido A4, es para facilitar su posterior digitalización). Pueden aplicar recursos digitales para el armado final. Para el proceso se evaluarán los recursos técnicos empleados: Técnicas mixtas: acuarelas, tintas de color, collage, marcadores, lápices, acrílico, etc., según convenga. /


Ejemplos de entrevistas realizadas por distintos alumnos:



ENTREVISTA A LORENA VENTIMIGLIA:
                                                              aNTe ToDo, SieMPRe, DaR La CaRa. SieMPRe.
 En un barrio porteño de la zona norte de nuestra capital hay una casa de estilo inglés, custodiada por un gran pino y grandes enredaderas que crecen libres y que muestran su natural morfología, no la que algún jardinero le quiso dar.
Me abre la puerta Lorena, junto a su perra “Tita, una perrita Jack Russel que me dan la bienvenida a su casa,  Lorena me esperaba en su cocina con unos mates Tita muy alegre y divertida nos acompaña festejando mi llegada. Al cruzar el porche de la casa, donde habita, un buda recostado, como mirando al pasar quien entra y sale del lugar.
Nos sentamos a charlar, en su cocina mates de por medio, mirando al jardín.
 Fernanda -¿Cómo empezaste con el arte?
Lorena -De chica pintaba un montón, no tenía referencias, o si, una madrina que era pintora  y hacia arte –terapia con chicos. Como me cuidaban bastante me hacían dibujar todo el día.
Termine el colegio secundario en el Nicolás Avellaneda, donde tuve otra referencia la maestra de arte , se llamaba Madame La Clo, una  viejita francesa, que venía con sus postales de viajes con pinturas de grandes artistas y preguntaba  a quienes pertenecían. Me  gustaba mucho.
Termine el colegio secundario y me anote en diferentes carreras que no tenían nada que ver con el arte. Dos años más tarde me anote en la Pueyrredón pero estuve tres meses, no me gustaba me frenaba el impulso creativo.
En los 90´ empecé a estudiar Astrología y al mismo tiempo investigue y empecé a hacer cosas con el arte, sola autodidacta, sin tomar cursos. Primero era más experimental, después empecé a hacer series, surgió la de los nadadores, un año y medio pintando nadadores. Seguí con la gestualidad y empecé a pintar vacas, algo más taurino,
el estereotipo de la vaca, símbolo nacional .Esta etapa fue más pop, colores planos, saturados.
F -¿Tu búsqueda como fue, mas intuitiva? Y la Astrología como se mete en la obra?
L- Se coló como en todo, es muy teórica muy vivencial y yo tenía una parte creativa que necesitaba volcarla. Tuve un novio pintor y  viví el mundo de la pintura de acompañante, cuando corte con él, me puse a pintar, una cosa química, (como diría en astrología).
F- Los caminos lógicos que hacen  los artistas, ya sea guiados por una carrera de arte o taller, con respecto al aprendizaje investigación y experimentación, ¿los haces sola, por incentivo propio?
L- Así soy yo.
F- Recuerdo tu muestra “Sensibells”, la puesta en la vidriera de la galería  dentro de una especie de conteiner la ambientación de un escritorio tuyo, con un carrito,  con un corcho  lleno de papeles con una red conceptual con palabras en inglés y castellano, las paredes con una serie de acuarelas tuyas de unos osos con unas leyendas en ingles en las remeras con cara de inocentes denunciando algo.
¿Soles empezar a trabajar a partir de redes conceptuales?
L -Siempre, prima una idea, está el concepto. En el caso de esa muestra partí de una imagen sensible con un contenido
más doloroso mas cínico, con alguna crítica.
Ahora estoy trabajando de otra forma. Tengo una idea conceptual previa, un boceto, lo planteo en la tela y a veces va a otro lado.
F –La muestra que le sigue” Tururú” leí que parte de otro lado, un crítico la califico como arte esquizoide, Art Brut.
 ¿Cómo surge esta serie?
L –Parte de un libro que una amiga me había sugerido leer, “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero de Oliver Sacks. Me encanto el tema de alteración de la realidad desde los campos de la percepción de las cosas. ¿Cómo ve una persona que tiene alteración del campo visual?. Es una obra maestra de un neurólogo humanista que va contando sus casos más llamativos: Uno que vive en un presente absoluto, otro que mira a un perchero pero construye la representación de una persona  y ve a la persona en el perchero.
Por un lado el daño fisiológico y después me mande al daño psíquico. ¿Cómo ve un loco?. Pinte desde ese lugar desde el daño.                                                                                        
Antes era muy controlada mi obra, tenía la idea,  trabajaba con una foto carnet y producía los retratos en base a registros fotográficos, pintaba por tonos descomponía la imagen y la armaba; muy atada a la estructura, con esto (gestación de Tururu) ,era salir de todo lo conocido donde me sentía cómoda y hacer la obra desde otro lugar, por ejemplo suponer que tenía un daño cerebral, hacia el ejercicio de ver las cosas desde el lugar que lo haría una persona con esos diagnósticos, posiciones imposibles, etc. Como lo haría un psicótico, el Brut es psicótico, una cosa que sale, lo curativo de la pintura. Cuando veo un cuadro hecho por un psicótico me doy cuenta, el ejercicio de centrarse en la pintura, el gusto por el detalle. Ahora estoy saliendo de la “Tururez”, ahí que de atrapada un tiempo.
F –Los nombres de las series o cuadros, ¿Cómo se los pones? .Mezclas inglés y castellano.
L –Me sale así naturalmente.
Ahora estoy haciendo una serie que se llama “Nena Manzana”. El año pasado no pinte estuve medio año cuidando a mi mama que estaba enferma, murió en Agosto, después  estuve un tiempo sin pintar no tenía ganas; en ese sentido soy muy sincera no puedo forzar algo así. Buscando entre sus cosas encontré una tarjeta que le había hecho para el día de la madre una nena con cara de manzana, que estaba con su mama y una casita con forma de manzana y así surgió el nombre de la serie que estoy pintando “Nena Manzana”.
La pintura me empezó a llevar a algo más triste, use una paleta azul oscuro, más melancólica.
(La serie “Tururu”, pintada sobre tela montada en bastidores con esmalte sintético. También “Nena Manzana “, continua sobre el mismo soporte con esmalte sintético, la paleta de “Tururu” es de predominio de colores primarios  saturados mezclado con celestes,  grises, verdes y objetos que equilibran la composición, como amuleto de ojo de vidrio y otros objetos)
F –El punto de partida de esta nueva serie “Nena Manzana”, queda como registro de un momento muy importante de tu vida.
L –Queda el registro de donde partí. La premisa uno que parte del concepto es la verdad en la pintura, no lo especulado, lo que se vende. Eso se nota en la obra, si lo hizo porque va a quedar bien o para un premio. “La verdad".
Por eso cuando no pinte durante 6 meses porque no tenía ganas, no quería forzar algo, soy re categórica me respeto.
F –La astrología se mete en tu obra, ¿Cómo la utilizas?
L –Si se mete todo el tiempo, ahora que estoy estudiando hace dos años “Sanación Energética”, otra onda más como del cuerpo, se te mete. Estoy pintando en el piso, acuclillada con el chacra de abajo más pegado al piso, utilizas lo que sabes para llevarlo a la vida, en este caso la pintura. La “Astrología” es como más aérea, mas acuariana, trabaja a nivel inconsciente, esta, es mi estructura. La tengo incorporada.
F -¿Cómo empezaste a mover tu obra? ¿Cómo la sacaste del taller?
L –Primero participe en una muestra que se hacía en un multiespacio cultural, “La age of comunication” (boliche, restaurant, peluquería, biblioteca, bar, etc.)con “Los nadadores”. Al tener un marco de obra me decían que lo tenía que mostrar y a mí me parecía mostrable. Estaba pintando 4 hs por día y laburaba un montón,  lo empecé a tomar como un trabajo, un medio de vida. Profesionalizarme, empezar a mostrar, ir a premios, sentí que era el momento.
Mi primera Galería fue  Gara, (honduras y serrano) primera galería emergente, ahí hice la muestra de las vacas, “Carne Viva”, se vendió toda, la galería después cerro.
F – ¿Cómo seguiste?
L –Mandé a la Fundación Klemm y no me dieron bola. También llamé a un crítico que conocía  un amigo pintor y no le gustó nada lo que hacía, me destruyó, tiempo después se arrepintió, “lo que no te mata te fortalece”.
En base a esto vino Eva Ginstein y me pidió un retrato para una muestra de mujeres, siempre me gustaron las fotos carnet, empecé con el de la abuela. Esta muestra se llamó “Jardín del Ego”, estuve cuatro años haciendo monocromo
Y fotos carnet. De ahí pase al plano, textura y color. (Año 2000)
Después pase a la galería Braga Menéndez, en donde estoy desde el 2003, tengo muy buena relación con Florencia, mucha confianza. Ahí empecé exponiendo la  serie “Ellos”. Puedo hacer una muestra en otra galería pero mi representante es Florencia Braga Menéndez.
F –“Ellos”, una serie de retratos de críticos de arte ¿Por qué esa elección?
L –Porque me pareció cínico, era como una revelación hacia ellos. Los más jóvenes se ofendieron porque los ponía como en chiste, los más grandes me compraron los cuadros; mucho más conservadora la reacción de los más jóvenes.
La muestra era una cama y en la pared nombres de artistas, los que me gustaban de todas las épocas y los cuadros de los críticos tapando a los artistas. En un momento donde estaba muy arriba la opinión de los críticos y los artistas dependiendo de ellos. Artista, curador, galerista. Había que ser simpático con el curador. El crítico ve la obra y hace una devolución teórica que esta buenísima. Las construcciones que hace un teórico en base a tu obra si es buena y rica es espectacular, es más de periodista; si no les gusta omiten, a no ser que se indignen.
Lo más genial de esta serie “Ellos“, es que terminaron comprando los cuadros los mismos críticos representados.
F –¿Por qué hiciste algo tan provocativo?
L –Como siempre trabaje con el poder en las redes donde uno circula, quienes son los poderosos.
Paralelamente Mondongo estaba trabajando con esto y nos juntamos en el concepto. Después  salió lo de los reyes de España.
F -¿Cómo fue el contacto con los reyes de España?
L –Fue a la galería el Secretario de Estado de España, Miguel Ángel Cortez, vio los cuadros y me encargo dos retratos de sus hijos. Me dijo que me iba a proponer para hacer los retratos de los reyes para la colección Real. Me pregunto si me animaba. Le dije que sí, me lo propuso al mismo tiempo que a Mondongo.
Un momento en privado: cuando llego el sobre lacrado con el Escudo de la Casa Real Española donde me encargaban los retratos de los Reyes. Sentí el arquetipo del pintor renacentista viviendo en la actualidad, todo  junto y adentro mío.
Me pagaron, están en la colección Real, fue increíble.
F – Tu obra ya se movía por el extranjero?
L –Si desde antes de los Reyes. Con Florencia (Braga Menéndez), empezó una cosa más comercial. Daba chapa el tema de los Reyes, re cholulo. Me pedían retratos por encargo, los hice, pero ahora me canse un poco del encargo.
Lo más importante acá  es estar en colecciones argentinas después, en colecciones internacionales, en museos.
A mí me compran más de afuera, acá también. En el MACRO tengo obra, también en varias colecciones, la obra camina sola.
F –También es importante tener una buena Galerista.
L –Si Flor es bárbara, ahora me compran los cuadros de las series, no ´por encargo.
F – ¿Sentís cariño por algunos cuadros o los vendes todos?
L- Algunos me quedo igual soy desapegada con la obra, Mariano (su pareja) es más apegado.
F -¿Te imaginabas que iba a pasar esto con tu obra? ¿Lo proyectaste?
L –No, ahora ya sé que es lo mío, lo que más me gusta hacer, es mi medio de vida. En un principio no tenía ni idea si iba a seguir pintando, ahora uno crece, tengo que pagar las cuentas.
F -¿La fotografía, como es tu relación con ella?
L –Primero trabaje con un registro fotográfico, me invente un método que era descomponer la foto por computadora, sin escanear la imagen, iba de lo más oscuro a lo más claro, lo separaba por lonchas, en base a eso hacia los cuadros.
Hacia una impresión la agrandaba y pintaba por tonos.
El tema que me interesa lo profundizo a full hasta que lo agoto.
Voy al gesto. La anti gestualidad en la foto carnet, a nadie le gusta pero es lo que más te hace a vos.
En la muestra “Jardín del Ego”, puse una caja para que el que quiera me deje su foto carnet, hice un acopio increíble de fotos. Todos salen lindos, buenos, dulcificados.
Siempre tiene que haber una ironía en la lectura de la obra, que te deje pensando.
Ahora estoy con el sentimiento, lo que te despierta una sensación. Los personajes de Tururu tienen expresión.
En Sensibells los osos de peluche pintados en acuarelas eran sensibles, les quería dar otra vuelta,  con sus estados de ánimo, están diciendo algo. Eran 13 acuarelas, a algunos les molestaba que le pusiera en la remera, deprimido.
La obra habla de uno, de lo que te molesta.
F –En el cine, ¿Cómo incursionaste? Sos directora de arte.
L – Con Mariano (Galperin, su marido). Director de cine (“El delantal de Nelly”; “Dulce de Leche”, por estrenarse) También tengo un amigo Capilla que es pintor y hace dirección de arte, fui aprendiendo de él.
Ayudando a Mariano, una escena, colaborando con lo que se necesitaba.
F -¿Cómo empieza el proceso de hacer una película?
L –Con un guion, el me lo da y trabajo en función de lo que me pide en la estética de la película .Por ejemplo  en la última me dijo que quería que fuera todo común, que no resaltase, que acompañe, lindo pero común, respetas eso y también los recursos.
La película tenía una locación en Ramallo, pienso esa locación, como la embellezco. Te juntas con la vestuarista se ve la ropa, los personajes.
Trabajas en la toma, en la composición de la escena también, se ve la luz, si hay algo que molesta en la toma, se corrige. En otras hay que hacer un ambiente.
F -¿Cómo trabajas cuando tienen ideas diferentes?
L –Es piramidal, el director es el que tiene más peso en lo que se decide. Se charla antes, yo sé lo que le gusta a él y él sabe lo que me gusta.
Todo lo contrario al taller que se trabaja en soledad; este trabajo es en grupo, está  buenísimo, también tiene que ver con la creatividad es otra área y la disfruto mucho. Es estética pura.
F -¿Cómo haces para integrar el trabajo con la familia? (Lorena y Mariano tienen un hijo de 12 años)
L -El artista necesita de un espacio, un lugar donde aislarse, con las mujeres es un tema porque hay que organizarse, si te propones dedicarle un tiempo determinado a la obra por día, no te tiene que dar culpa después haces el resto, hay que ganar ese espacio. Cuando hacia los retratos Ringo tenía un año, entonces pintaba en distintos lugares de la casa y el me acompañaba. Cuando trabajo en mi  obra me aisló en el taller y no viene ni “Tita”, que estuvo toda la charla recostada en un sillón cerca de nosotras. Una vez se intoxico, con el olor del esmalte sintético.
Tita no voy a jugar, es la nena.
Lorena me lleva a recorrer su taller de donde salen sus personajes Tururues, osos, retratos. Al fondo de su casa atravesando el jardín, ahí prepara su nueva serie “Nena Manzana” con esmalte sintetico sobre tela montada en bastidores. Coloca una generosa capa de material brillante donde no queda casi rastro del pincel, como en la serie Tururu una atractiva y original forma de utilizar el matrial y darle vida a sus personajes.
Terminamos la charla super cálida y agradable, cada una vuelve a su vida, su familia, sus horarios.
Me dejo una sensación muy linda, conocí  a Lorena desde otro lugar, fue muy generosa en contarme su recorrido.
Es muy sencilla, sincera, cálida  y  sensible. Es lo que muestra Lorena Ventimiglia a través de su charla además de su obra que es muy bella e interesante, su obra tiene una ironía que te deja pensando,  es su objetivo.
Texto: María Fernanda Pena
Fotos: Sacadas del blog de L.V. y de Fernanda Pena



Viernes 28 de mayo de 2010
Hace algunos años que viene relacionándose con el mundo urbano. Su compromiso con la identidad forma parte de su sello personal   y su nombre aparece en el escenario local.  En muros, techos y paredes del C.C. Borges, como en varios puentes y calles de Buenos Aires, se pueden apreciar sus intervenciones. Este mes participará de arteBA ´10.


Foto                 Foto            Foto 
                 Palermo                                                   C.C Borges                                       Colegiales


-Tengo una campera negra y fucsia fue el último mensaje que me escribe María Bedoian antes de encontrarnos en la esquina de Malabia y Cabrera. El punto de encuentro es Medio Oriente, bar de comida al paso que no paraba de despachar pedidos, estaba con su bici; venía de yoga,  muy tranquila  y relajada,  con un look  urbano y despojado. Nos sentamos afuera en un escalón y comenzamos la entrevista.
-¿Tenés antecedentes de artistas en la familia?
-Mi mamá es arquitecta y se dedica a la investigación. A papá le gustaba mucho el cine pero se dedicó a la literatura y periodismo. Mi tía madrina me enseñó cerámica de chica, me gustaba mucho dibujar también;  ya perfilaba para el lado del arte y en casa me apoyaron mucho.
-¿Cómo  y dónde  te formaste?
-Durante la primaria hice varios años del Instituto Vocacional de Arte que era tres veces por semana contra turno; era del estado y teníamos música, instrumentos autóctonos, plástica, literatura, expresión corporal.
Y después hice uno o dos años con un pintor Andrés Lirman bastante joven y en sexto año del Bs As que todavía  no me decidía a que carrera entrar, hice la especialidad del bachillerato en arte y ahí empecé  dibujo y pintura con María Luisa Mannazero, artista y muy buena docente, y ahí hacíamos 3 veces por semana modelo vivo, veíamos pintores y empecé  a hacer mis primeras obras, usando el cuerpo humana como imagen. Esto sucedió del 97 al 2001 y fue parte de mi formación base.
Hice  menos de un año de cine en una  Universidad privada que era otro ambiente muy distinto;  yo venía del Bs As, y ahí no se dio una cosa muy de grupo que en el cine se necesita bastante.
El gran salto de perspectiva fue cuando me fui a estudiar a Londres.
-¿Viajaste sola?  ¿Por qué Londres?
-Sí.  Tenía la fantasía de vivir en otra cultura y aprender cómo se ven las cosas en otra gente. En un primer momento quería viajar a Barcelona, pero sentía que culturalmente era bastante parecido a nuestra realidad. Además el catalán no me aportaba tanto como idioma, en cambio el inglés sí, porque yo me manejaba bien con el inglés, pero era difícil saber cómo poder estudiar ahí. Después  conocí un inglés con el que empecé a salir y él me ayudó a manejarme. Era mucho más organizado y concreto.  Y ahí me metí en una carrera de tres años de Bellas Artes en la London Metropolitan University  y fue también todo un desafío.  Estaba podrida de estar en Bs As,  necesitaba un poco de aire.

-¿Cómo fue el proceso para llegar al tipo de imagen que trabajás ahora?
Después de que me recibí de la Pueyrredón y en el taller de María Luisa,  había desarrollado una serie de pinturas que tenían mucho que ver con la danza, había algo escénico con mucho color y movimiento. Uno de los pintores que me encantaba en ese momento era Kitaj , hice un trabajo sobre él. Y después hice todo una serie de pinturas de gran formato con personajes como medio de cine, bailarines o nadadores, mucha cosa con el cuerpo y  colores. Que era como yo me vestía. Y después cuando me voy, llego con la idea de estudiar una carrera más amplia, que no sea o pintura o escultura; desembarco con estas pinturas y muestro mi trabajo,  pero tenía la necesidad de poder indagar sobre el concepto, o por qué  estoy haciendo esto.  Era el lugar ideal para este tipo de cosas; me empezaron a sugerir hacer formatos más chicos y explorar otras técnicas, otras cuestiones, además era un lugar donde tenías esas facilidades. Te hacían un tour, una guía de todos los talleres que podías utilizar, pintura, video, diseño.
-¿Te sentiste apabullada con toda esa información para el momento que estabas viviendo?
-Fueron varias cosas. En el 2001 cuando llego a Londres  se caen las torres gemelas, sumado a la crisis acá en Argentina.  Vi  todo eso que estaba pasando y me pegó bastante.
-¿Te sentías ajena de la realidad que se vivía en Argentina?
 -Me parecía que me estaba perdiendo algo importante de la historia por todo lo que  perfilaba de comunidad o de lucha ante la adversidad, el ver como que todos se unían, y como muchos usaban el arte, como medio para decir cosas, transmitir ese mensaje. Yo estando allá también  me vi afectada económicamente porque tenía que pagar mis estudios, y ahí empecé a indagar en el tema de la performance.  Era muy raro ir a la Universidad en un país que lo tenés medio idealizado de algún modo,  y ver a los propios ciudadanos, los propios de alumnos, que por ejemplo cuando tenían que hablar lo hacían súper bajito; acá somos más parlanchines, bueno no todos pero la gente en general habla más, somos más abiertos también a los extranjeros, sentía como un  choque de la comunicación. Me empezaron a llamar la atención estas cosas y me sirvieron a mí también para liberarme, y liberarme de los estigmas que yo pensaba y sentía de lo que venía haciendo y lo que los profesores pensaban.  Al ser una Universidad  más contemporánea tenían una mentalidad más abierta, nos decían, no vayan a la National Gallery o al British Museum, vayan a los lugares chicos lo que no es  tan convencional  lo mas underground. Y todo el tiempo había como una forma de negociación con lo que vos querías hacer, te decían, podés hacer lo que quieras pero lo vas a tener que hacer de una manera más proyectual,  analizando el  por qué de lo que vas a hacer con que se relaciona, todo su proceso y desarrollo.  Pero a la vez era una fuente de información muy grande, las librerías, las bibliotecas. Creo que por un lado absorbí mucho y por otro tenía una faceta introspectiva y cuestionadora de todo lo que hacía.
Y ahí surgió hacer una performance donde llevé un montón de golosinas de Argentina y las empecé a vender ambulantemente;  y el ponerlo así en la calle diciendo esto es de mi país ,hablar de lo que pasaba en mi país,  llamar la atención sobre algo que podías comer y que era real. Cosas que por ahí cuando uno está afuera añora, empezás a idealizar el dulce de leche (risas).
Eso me sirvió para romper un montón de barreras con respecto a mi forma de ser;  la gente se acercó a mí y  se interesó; me terminé haciendo amigos y empecé a sentirme más yo. Extrañaba bastante a mis amigos.
Es como empezar de cero, tomás otra dimensión de las cosas. Cambié la forma de vestirme, de vestirme toda de colores,  pasé a no querer vestirme de colores, no me sentía identificada con eso en ese lugar, la luz es diferente el escenario es diferente.
Empecé a investigar mucho el tema de la identidad como comparándolo con otras culturas también;  seguía con el tema de los colores en las pintura, pero lo usaba mas como ejercicio, me sacaba fotos a mí misma en diferentes posiciones,  experimenté mucho, y después me pasó algo  con el idioma, me puse a enseñar español, reflexionaba mucho de donde venían las palabras.
-¿Encontraste una relación con el tema de la identidad?
-Tal cual, y después  tuve que hacer una tesis por la que estaba muy preocupada, pero una vez que logré el tema específico me fue re bien y lo re disfruté “dislocation “, se trataba sobre la comparación de dos artistas que también habían emigrado, una es Ana Mendieta que migró de Cuba a Estados Unidos  y el otro un coreano que había vivido en Estados Unidos. Como no sentirte ni de un lugar ni de otro, extrañar un lugar y cuando lo extrañas que cosas te pasan porque cuando lo extrañas como que abstraes cosas; por ahí yo pensaba en comidas que no es que yo comía todo el tiempo, o como te das cuenta de cosas y actitudes de la gente que no te gustaban, y allá las valorás.
-¿Por qué decidiste volver?  Pasaste a otra etapa de tu vida?
-Cumplí esa etapa y decidí volver, un poco por motivos legales otro poco porque pensaba,  si no vuelvo ahora después me va a ser más difícil, y porque potencialmente con todo lo que había aprendido iba a estar bueno volver y ver que pasaba, que quedarme ahí que hay muchísima concentración de gente, que si bien está todo como muy fértil también es más difícil.

-Una vez acá, ¿cómo empezaste a abrirte camino con tu obra?
-Cuando volví me junté con algunas personas del arte y empecé a acudir a ellos, contar mi experiencia allá.  Porque no es que durante esos tres años había desarrollado un cuerpo de obra, sino que había explorado mucho las distintas cosas que me habían pasado, el tema de la identidad ampliamente. Hice clínica en el taller de Juan Doffo, que me sirvió para elegir una veta de todos mis proyectos y todas mis ideas, y hacerla mi fuerte.
Y  a mí me  costó, sobre todo volver a la pintura cuando ya había pasado por tanto con lo corporal, el video la instalación y las fotos, hice muchos retratos, pero no me podía catalogar como fotógrafa o como video artista. Y bueno un poco lo que me pasó es que empecé a  laburar de asistente de edición de video para una productora de contenidos de canal (a) y me costó al principio por la experiencia de vivir en otro lugar, los códigos que se manejaban acá, saludar a todos con un beso, que  todo el mundo se meta en tu vida privada (risas), no sé si tengo ganas, pensaba, pero también está bueno el hecho de tener un objetivo,  hacerlo y pasar el proceso de adaptación en ese lugar; te va ordenando.  Además te das cuenta que cada uno está en su ritmo y se acostumbraron a que vos no estabas acá.
En ese tiempo que trabaja en edición, estás como muy encerrada en un estudio  muchas horas, y cuando podía  dibujaba, y después también lo que sucedió es que de camino al laburo veía muchas pintadas y me llamaba mucho la atención reconocer los trazos de esta gente.
Los graffitis decís?
Más que nada los colectivos de artistas de los que me enteré después,  como  Doma,  Fase, Bs As esténcil. Y ver desde el bondi una cosa y otra y reconocer que es de una misma persona, reconocer el trazo de alguien. Medio como un juego también dentro de toda la información y el caos de publicidades;  la verdad que  prefiero mirar eso.
-¿A partir de este momento la calle empezó a ser el escenario de tus obras?
-Un día salí a documentar todo esto con un amigo, y nos encontramos con una banda de gente pintando un mural enorme que eran todos ellos. Los conocí, les conté que venía de hacer una gira de sacar fotos a todas sus producciones  y me empezaron a contar de sus vidas, algunos eran diseñadores gráficos o animaban, o hacían indumentaria y estaban cansados de la computadora y salían a la calle.
Me empezó a interesar, y con una amiga que estudió arquitectura, nos copamos  para incursionar en ese terreno,  incluso hicimos una muestra en Periférica en el Borges. El grupo se llamó  “Active la urbe”. La idea era  volcar algo privado a lo público; también había otra chica Natacha Montes que pintaba mapas donde ponía pedazos de su propia piel, donde hablaba de lo íntimo y la reflexión sobre la ciudad. Mi amiga Paula con sus casitas como hablando un poco del habitar de la gente, ya ahí también hacíamos hincapié en el registro, y en el desarrollo de esa obra, a mi me interesó siempre mucho el proceso, no sólo el ir y pintar dibujo, sino el pensar donde lo vas a hacer y porqué.



-¿Cómo te manejaste con este tema de pintar en la calle? Con los riesgos q esto puede traer.
-A partir de este encuentro  con estos chicos les preguntaba mucho como hacían ellos, como empezaron, y ahí te vas interiorizando de algunos códigos, y empecé a pintar en lugares donde ya estaba casi permitido pintar y no había tanto problema, al principio íbamos de noche pero no esta tan bueno menos siendo mujer, y después empezamos a encontrar incluso lugares donde podíamos ir de día, e ir varias veces, a mí me gustaba tener una conexión más importante con  la obra , y más detallista, yo veía que los otros chicos organizaban pintadas, que se hacían en una tarde y listo, quizás el impacto visual quedaba pero si vos te acercabas a la obra no había una perfección de la línea, que está bien , pero por como soy yo me gustaba que quedara con otro nivel de terminación. O tal vez me gustaba dar una primera base sacarle foto y sobre eso ir trabajando en distintas versiones y hablando con la gente, preguntando, mirá hice esto en tal lugar tengo estas tres posibilidades,  a vos que te parece, y ahí involucrás a otros que no tienen que ver con el arte y logran conectarse con  la obra , por eso en un punto me costó lo que es volver a la pintura o volver a la imagen, como una serie de imágenes, pero a la vez también habían surgido unas imágenes que de una manera bastante amplia representaban un poco lo que me estaba pasando, el desarraigo, los paisajes que en realidad son partes de cuerpos.
-¿Esto forma parte de tu etapa actual?
-Claro. Empezó con un corazón dividido, de un lado le sale un líquido, del otro le salía como unas ramas y estaba clavado en un lugar, y ahí alguien me dijo pero esto lo que te está pasando a vos porque yo me había  separado de este chico que estuve tres años y fue todo un largo proceso, sumado a la adaptación acá, extrañaba también los amigos que dejé allá, lo cual significó una movilización muy fuerte y también  me preocupaba mucho eso, el poder sentirme definitivamente parte de  algún lugar, pero al trabajar y hacer estas obras  y tener ganas  de producir, exponer y explorar esto de pintar en la calle y de los limites de los lugares, si estas en una galería, si estás afuera, si algunas cosas te invitan a hacerlas, u otras las gestionas vos; eso estaba buenísimo.
 Y también poder generar una imagen reconocible, generar una identidad propia. El año pasado hice una beca en el Centro de Investigaciones Artísticas; fue encontrarse con gente joven que produce muy seriamente y de índole muy distintas, y entrar en diálogo con todos ellos a partir de la venida también de artistas internacionales, que hacían alguna propuesta de algo o de su forma de trabajo o algo de lo que podíamos reflexionar e  ir más hacia lo complejo, y de nuevo se empiezan a generar muchas preguntas o te abre panoramas nuevos.
Cuanto más tiempo estás en esto, en la pelea de hacer arte, incluso tener un espacio de reconocimiento y  poder trabajar,  te vas dando cuenta de las complejidades que tiene por un lado uno dice, el artista se tiene que reinventar y hacer esto o lo otro pero también cuanto más vos haces una cosa, más chances tenés de profundizarla, y de llegar a explorar nuevos lugares o nuevas facetas de ese proyecto, mas riqueza le podés dar. También está el tema de los recursos, como hacer para ahondar en los proyectos y que sean sustentables, que no sea siempre vos trabajando gratis.


-¿Cómo lo lograste?
-Es la pelea día a día, las cosas se rigen bajo la leyes del mercado, siempre quiere beneficiarse el que está en la posición más ventajosa, o el que compra la obra, yo tampoco es que vendo muchísimo.
Por ahí me salen proyectos donde me pagan los honorarios o me dan los materiales para hacer la obra y eso se va logrando siendo bastante constante, laburar mucho y laburar mucho gratis también, viste cuando pensás o  no sabés cuando está terminada la obra, bueno en algún momento te das cuentas, porque investigué, lo construí de tal forma y tiene sustento, y llega un punto donde decís;  bueno esto me tienen que pagar, no lo puedo hacer gratis y entonces surgen todo el tiempo estas cuestiones de los lugares que tienen dinero o te pagan algo paupérrimo y es algo de lo que hay que tener cuidado y hacerse respetar porque sino tu obra no crece,  porque si vos no tenés recursos para explorar, investigar, comprar materiales para contar con una base, eso no puede crecer, y eso es algo que me gusta hablarlo con otros artistas o gestionar las muestras y decir si uno quiere y se pone las pilas con otra gente puede diseñar proyectos a medida, y tomarse el trabajo de pensar  de donde podés sacar para hacer  las tarjetas, que espacio se puede utilizar, etc. Y eso te da una experiencia de crecimiento, de conseguir por tus propios medios lo que necesitás;  la calle también te da esta cosa de tomar la decisión de salir a pintar  con tus materiales, buscar el lugar, el tiempo que tenés,  la relación con la gente; en un punto te entrena bastante, y lo empezás a medir más.
El problema que tenemos los artistas es que precio ponerle a las telas,  y ahí entran en juego un montón de factores,  no es sólo lo que tiene de costo de material, como artista tenés que mantener un taller, contar con mínimos recursos para investigar, tener una computadora, y no te pueden pagar un cuarto de lo que le pagarían tal vez a un pintor de pared, y eso pasa mucho, pero lo cierto es que quizás por el rubro que elegimos no estamos acá por el tema del dinero y que si ponemos nuestra creatividad al servicio de esa parte de la producción, la logística y la auto sustentabilidad también pueden salir cosas interesantes , no es una cosa lineal .
Pero quizás en algunas circunstancias uno tiene q ver de dónde sacar los recursos para hacer las cosas,  y eso significa que las otras personas valoren el trabajo.
- Esa es la parte más complicada, el moverse uno para difundir la obra.
-Si esto por ahí es lo que les falta a las carreras de arte;  esta ese mito de que es difícil ganar dinero o lo hacés por amor o de última tendrás a alguien que te banque. Pero requiere bastante de uno el ir a inauguraciones  y hacerse conocer porque pasa que si no te conocen personalmente es muy raro que te convoquen,  también es importante qué tu obra este buena,  que tu trabajo tenga fundamento, y  enterarte de quienes son, como de manejan y que postura tienen también es un aprendizaje importante.
Y todo lo que está ligado a un tejido más amplio que el tuyo propio chiquito, el de tu  escuela, en un punto va a tomar mayor dimensión, y a pesar de las crisis que a mí me agarran todo el tiempo.


-¿Con la obra?
- Si, con todo, con la vida, pero creo que si uno le pone pasión es raro que no veas resultados, hay que ser inteligentes en como uno invierte su tiempo y ser realista y consciente de lo que uno puede hacer y cómo ir avanzando, pero también es fundamental tener constancia y salir afuera aunque te cueste, confrontarte con los miedos, e ir al choque, si lográs sobrevivir  ya está (risas).
-¿Y cuál sería ahora tu desafío inmediato?
- Mi desafío inmediato es tener un espacio más grande de taller.
-¿Tu casa es tu taller?
Si. Si, cuando volví de Londres regresé al seno familiar. Tengo una casa bastante grande con mis viejos, donde  tengo mi taller, pero bueno uno sacrifica algunas cosas porque para tener un lugar propio necesito laburar varias horas, y quizás no le podría dedicar tanto a la obra, entonces resigne la independencia por esto, pero ahora ya tengo ganas de mudarme.

Me dice si quiero, antes de despedirme pasar por su casa a pocas cuadras sobre Cabrera, para ver las obras  de su otra etapa, las cuales me intrigaban muchísimo, y ver las producciones actuales.  La entrevista formal  con grabador terminó.  En el camino hablando de todo un poco le pregunté si le interesaba dar clases.
-  Me interesa dar algún taller pero no de pintura, sino ir más allá ver el tema de lo que es la producción y la difusión de la obra un poco lo que hablábamos antes.
-Apenas entré a su casa, me impactó una pintura de gran tamaño que aparece en el hall de entrada  de uno de estos paisajes, le comenté que en vivo es mucho más imponente e interesante.
En el comedor está enmarcada una de sus obras llenas de color de estos personajes bailarines, nadadores con aires circenses hechos sobre papel de escenografía con acrílicos y pasteles, también hay obras de otros artistas amigos de la familia, y otro cuadro de su serie actual con fondo amarillo muy claro y el dibujo en negro, bien minimalista.
Pasamos a la cocina, me ofrece un té de menta,  dátiles, y una delicia de la cocina armenia, con sabor a rosas,  sabores que le hacen recordar mucho a su abuela.
Va a buscar la obra de la que me habló en la entrevista, el corazón dividido, montada sobre un bastidor muy pequeño donde el dibujo estaba realizado en micro fibra. Agrega: Juan Doffo me dijo: -esto lo tenés que hacer con pincel, ahora no sólo trabajo una imagen en negro sino q empecé a incluir el gris y los fondos ya no son exclusivamente lisos en su totalidad si no que tienen matices.


Subimos las escaleras hacia su taller, una habitación más de la casa, y me pregunta si yo tengo en la familia algún referente artístico, le cuento lo que hace mi mamá, con sus lanas, y ahí es cuando uno dice todo en la vida pasa por algo. Se sorprende porque justamente tenía en mente hacer un proyecto para el stand de Arteba con el tema del bicentenario. Su idea era relacionar el telar y la lana como tarea que realizaban y realizan las culturas originarias.
 En el taller se notaba el  trabajo diario; en el suelo bocetos de lo que tenía que pasar a chapa, soporte en el que está explorando.  Me muestra su carpeta de dibujos que realizó mientras trabajaba en edición de video, y fotos de su último mural en el Parque Centenario que refleja el tema de las culturas originarias, me muestra el detalle de un dibujo, que genera muchas sensaciones encontradas y me pregunta que es lo que pienso. La aparición recurrente del cactus está ligada a que su familia es tucumana, y este tema de la identidad que ya forma parte de su marca personal.

“Me interesa el contraste entre las formas naturales y orgánicas con un soporte frio como la chapa o mas contemporáneo como el acrílico”
La instalación en la que está trabajando para el stand de Arnet  en arteBA, forma parte de un intercambio con el público donde ella estará presente para conversar y dialogar con la gente.

                                           




                                 




"La verdad que me encontré con una persona muy versátil espontánea y relajada, una visión joven del arte. Cuando la elegí como artista para hacerle la entrevista, creía que la estaba eligiendo por ser tan distinta su obra a la mía, y se lo dije cuando nos conocimos, ella tiene una imagen muy gráfica y yo me considero todo lo contrario.
Pero conversando acerca de lo que es y significa explorar en otras culturas, tener otras vivencias, ver que las cosas son diferentes a como las ve o las vive uno, el salir a la calle como aprendizaje de vida el aprender a relacionarse y a confrontar los miedos es algo que a mí me moviliza y por lo que siento curiosidad,  y al interiorizarme  más con la obra y ver, que todas sus formas pasan por lo orgánico, lo natural, y el interior, también en algún punto me sentí  identificada. Una linda experiencia". B.C.